Taller de reciclaje artístico


El taller de reciclaje artístico - creativo  es una alternativa de ocio ecológico donde aplicamos de forma re-creativa la regla de las 3 erres:

- Reducir el volumen de los residuos.

- Reutilizar todo aquello que pueda tener una segunda vida, bien mediante su reparación para un mismo uso o utilizando la imaginación para un uso diferente.

- Reciclar de manera creativa cualquier material de desecho, a fin de compensar nuestro impacto sobre el medio ambiente.



Con un poco de imaginación podrás crear objetos realmente sorprendentes y al mismo tiempo colaborar en la conservación del medio ambiente.
El papel está compuesto de materia orgánica y por ello debemos aprender a valorarlo, para disminuir en la medida de lo posible la muerte de un ser vivo como es el árbol. Las próximas generaciones sufrirán de forma irremediable el efecto de la tala masiva de árboles que tanto está afectando al cambio climático. Debemos ser conscientes de ello y reciclar el papel y el cartón para así evitar que la abundancia de hoy sea la escasez de mañana.






Si reciclamos, reutilizamos o reducimos el consumo de plástico, contribuimos a la preservación de materias primas de la naturaleza como el petróleo o la madera. Así prolongamos su vida útil y reducimos su impacto sobre el medio ambiente, además de reducir el consumo de energía, el consumo de agua y la cantidad de basura inútil que va a los vertederos.




¿Sabías que reciclando una botella de vidrio se podría mantener encendida una bombilla de 100 watios durante 4 horas? Este es uno de los motivos por lo que es tan importante reciclar el vidrio y separar las botellas y los tarros usados, depositándolos en su contenedor correspondiente para reducir el consumo de energía, ahorrar en materias primas y disminuir la contaminación del aire.




La mayoría de las latas están compuestas de aluminio, un material que tarda hasta 500 años en descomponerse. Por ello, cuando tiramos una lata en el lugar adecuado, no sólo evitamos su almacenamiento incontrolado en los vertederos, sino que contribuimos a que el proceso de reciclaje sea mucho más rápido, económico y respetuoso con el medio ambiente ya que el aluminio es un material reutilizable al 100%.




Solo con observar nuestro alrededor, nos podremos dar cuenta de la gran cantidad de basura que el ser humano genera cada día. Es fácil tener el hábito de separar tu basura y si además tienes creatividad, se puede ir guardando lo que te resulte  más interesante para poder realizar todo tipo de objetos.Botellas de cristal, bolsas de plástico y otros residuos que acabarían llenando los vertederos o flotando en el mar se han convertido, de la mano de algunos creadores, en una forma de arte sostenible que denuncia la degradación del planeta y sorprende por su originalidad. Las posibilidades llegan hasta donde alcanza la imaginación.

La sociedad actual genera una cantidad ingente de residuos. Como consecuencia, el reciclaje se ha convertido en una acción imprescindible para proteger el medio ambiente. Dentro de este ámbito han surgido dos vertientes, el infrareciclaje y el suprareciclaje. En la primera se ralentiza el ciclo destructivo y los objetos resultantes pierden calidad durante el proceso, mientras que en la segunda adquieren valor gracias a la intervención de la creatividad.

Al igual que cualquiera de nosotros, nuestros residuos también tienen derecho a una segunda oportunidad y de la mano del mencionado suprareciclaje ha surgido un movimiento artístico conocido como arte reciclado —upcycled art o upcycling art en inglés— que inspira a numerosos creadores en la actualidad a lo largo del mundo con un mensaje crítico con el consumo excesivo y la contaminación medioambiental. Este tipo de arte busca transformar residuos como el papel, el cartón, la madera, el cristal, los plásticos, los metales o el caucho en obras de arte. El concepto, por tanto, va más allá del reciclaje convencional de materiales al crearse objetos que superan el valor económico, cultural y social del producto original.

En un sentido estricto, este tipo de expresión artística no es nueva. De hecho, podemos asimilarla a movimientos de otras épocas. Por ejemplo, a los collages realizados por Pablo Picasso o George Braque con restos de periódicos o revistas a principios del siglo XX o, incluso, a obras pertenecientes a corrientes como el Pop Art, el Trash Art o el Drap Art. Pero el concepto en sí nace en 2002 cuando William McDonough y Michael Braungart otorgan una definición al upcycling en su libro De la cuna a la cuna. Rediseñando la forma en que hacemos las cosas.





¿QUÉ ES EL 'UPCYCLED' ART?
La sociedad actual genera una cantidad ingente de residuos. Como consecuencia, el reciclaje se ha convertido en una acción imprescindible para proteger el medio ambiente. Dentro de este ámbito han surgido dos vertientes, el infrareciclaje y el suprareciclaje. En la primera se ralentiza el ciclo destructivo y los objetos resultantes pierden calidad durante el proceso, mientras que en la segunda adquieren valor gracias a la intervención de la creatividad.

Al igual que cualquiera de nosotros, nuestros residuos también tienen derecho a una segunda oportunidad y de la mano del mencionado suprareciclaje ha surgido un movimiento artístico conocido como arte reciclado —upcycled art o upcycling art en inglés— que inspira a numerosos creadores en la actualidad a lo largo del mundo con un mensaje crítico con el consumo excesivo y la contaminación medioambiental. Este tipo de arte busca transformar residuos como el papel, el cartón, la madera, el cristal, los plásticos, los metales o el caucho en obras de arte. El concepto, por tanto, va más allá del reciclaje convencional de materiales al crearse objetos que superan el valor económico, cultural y social del producto original.




En un sentido estricto, este tipo de expresión artística no es nueva. De hecho, podemos asimilarla a movimientos de otras épocas. Por ejemplo, a los collages realizados por Pablo Picasso o George Braque con restos de periódicos o revistas a principios del siglo XX o, incluso, a obras pertenecientes a corrientes como el Pop Art, el Trash Art o el Drap Art. Pero el concepto en sí nace en 2002 cuando William McDonough y Michael Braungart otorgan una definición al upcycling en su libro De la cuna a la cuna. Rediseñando la forma en que hacemos las cosas.

LAS VENTAJAS DE TRANSFORMAR RESIDUOS EN ARTE

Una de las principales características de este estilo es que no se ciñe a ninguna disciplina, si no que se ve representado en todas ellas. Podemos encontrar arte reciclado en un cuadro, en una escultura, en la alta costura o en el mobiliario de una casa. Además, en este caso los valores medioambientales, en cuanto a reciclaje y reutilización del material, tienen tanto valor como la propia obra en sí.
Entre los beneficios para el medio ambiente del arte reciclado destacan, por ejemplo, su contribución al aprovechamiento y la extensión de la vida útil de los materiales y, como consecuencia de esto, a la disminución del número de residuos. Se necesita una gran dosis de creatividad y cierta técnica para trabajar con estos materiales. Pero no solo eso, los artistas que crean este tipo de obras también deben hacerse una serie preguntas antes de afrontar el reto: ¿el consumo energético para crear la obra será excesivo?, ¿los materiales a utilizar son realmente residuos?, ¿qué porcentaje de mi obra estará compuesta por residuos?, ¿la obra aportará un beneficio ambiental?
El consumidor de este tipo de arte no solo encuentra las obras atractivas por su valor artístico, sino que además cuenta con el aliciente de estar contribuyendo al bienestar del planeta al darle una segunda vida a un material que de otra forma no la tendría. Este movimiento también es una herramienta educativa muy interesante para concienciar a la sociedad, sobre todo a los más pequeños, sobre las consecuencias de nuestros actos en el entorno y la importancia de reciclar.



Lámpara Magmática con botella de " vodka Xellent "