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Reglas generales para tomar una sauna

¿Cómo tomar una sauna?

Lo primordial para tomar unas sesiones de  sauna es contar con una o dos horas  para disfrutarla y  para sacarle todo su provecho. Eso quiere decir que es una actividad que debe planificarse, es un tiempo de calidad para usted. Un consejo que le damos, es que si va a ser la primera vez que va a entrar no estaría de más que lo haga en compañía con alguien que sí las conozca.

Y una vez dentro de la sauna, ¿tengo que seguir algún protocolo?
En cuanto a la sauna de infrarrojos, una vez dentro del habitáculo,  la forma de estar es la siguiente:

Puede situarse en posición vertical u horizontal, pero preferentemente recomendamos hacerlo  de modo que su cuerpo esté alineado entre el irradiador  frontal y   el trasero, es decir, verticalmente, para de esta forma obtener unos  resultados  más efectivos.

En la sauna de infrarrojos, la sesión no debe de alargarse más allá de los 25-30 minutos ya que la tensión suele bajar. Si entra por primera vez, es recomendable disminuir el tiempo para que esto no suceda.

En lugar de calentar el aire de un ámbito para que luego ese calor se transfiera al cuerpo, como el método común  de la sauna tradicional , un sauna infrarrojo utiliza emisores de esta luz que pertenece al espectro invisible —el visible  va del rojo al violeta— y que, a diferencia de la ultravioleta, no es dañina. Así el calor se absorbe directamente en la superficie de la piel entre un 80% y un 93%, de manera tal que no son necesarias temperaturas tan altas como en el sistema convencional, que puede llegar fácilmente a los 90º - 100 º , que algunas personas no logran soportar: basta con programar el sauna infrarrojo desde 38º C para recibir sus efectos.

Su propio cuerpo, le avisará de en que momento salir. Posteriormente, tome una ducha con agua lo más fría que aguante. Lo ideal es agua fría sin más, pero si es hipertenso, dúchese con agua templada. Dirija la ducha desde las piernas hacia la mitad del cuerpo para devolver el ritmo al corazón. Sus vasos sanguíneos reaccionarán y aumentará la presión arterial.

Cuándo salga de la cabina, quédese unos minutos  de reposos en el exterior. Lo ideal sería al aire libre para enfriar las vías respiratorias. Es recomendable al terminar el proceso refrigerarse . Beba agua o una bebida isotónica (con electrolitos), a fin de recuperar los minerales que haya perdido por el sudor.Posteriormente se aconseja abrigarse.



Las reglas básicas para tomar un baño de hammam no están escritas en piedra..

A diferencia de la sauna, el baño turco se efectúa en un ambiente donde la humedad se encuentra alrededor del 90% - 100% y la temperatura va de los 25 a los 55 grados en aumento del suelo hacia arriba.
La temperatura es similar  a  la sauna de infrarrojos, pero la humedad es mucho más alta, es por ello que las cabinas de hammam, no están recubiertas de madera, si no de cerámica, baldosa, etc..

El procedimiento para tomar un baño turco sigue fases similares a las necesarias para tomar una sauna. Antes de entrar es mejor beber un vaso de agua o una tisana, para evitar deshidratarse. Luego se lleva a cabo una ducha templada para limpiarse  y por último es necesario secarse bien.
La primera fase es de calentamiento. En el interior del baño turco es necesario permanecer en posición sentada o semiestirada, desnudos o cubiertos con toallas esponjosas u otros tejidos transpirantes. Es recomendable inspirar  por las fosas nasales y expulsar por la boca, así conseguiremos una limpieza exhaustiva de las vias respiratorias en general. 




Una vez en el interior debes estar atento si se presenta algún síntoma de malestar, pulsaciones  altas o mareos, que pueden significar una variación de la presión arterial, por la cual deberías abandonar el baño.
Hay que resaltar que en un principio es normal que se presente una ligera sensación de sofoco o fatiga por respirar el vapor de agua, sin embargo en unos minutos el cuerpo se adapta. Si todo está bien, entonces puedes disponerte a disfrutar. 

La segunda fase es  de enfriamiento. Aquí  produce un abrupto cambio de temperatura. Este contraste hace que se realicen cambios en el sistema sanguíneo y proporciona la recuperación de la temperatura normal del cuerpo humano. Los beneficios que en ella se obtienen son:
Saturación de oxígeno en la sangre. Contracción de los vasos sanguíneos, en contraste de la dilatación de la fase de calor. Normalización de la temperatura. Estimulación psíquica.

En esta fase prevé una ducha templada, a poder ser  lo más fría  posible,  para tonificar de nuevo el cuerpo y la piel ,cerrando los poros y dejando que la sangre circule y retorne a los órganos. Al salir, es importante permanecer unos minutos (pocos, para no llegar a tiritar) fuera de la sauna,  para enfriar las vías respiratorias. Los pulmones necesitarán aire exterior. Después, dúchese con agua fría (si la presión sanguínea es alta, que sea templada). Dirija el chorro desde las extremidades hacia el centro del cuerpo, en la dirección del corazón, para devolverle el ritmo. El agua fría hará reaccionar a los vasos sanguíneos y aumentará la presión arterial.

Tomar un baño de sauna significa “calentarse” y “enfriarse”, de forma alterna, por lo menos dos veces. Quien acabe de iniciarse en estas cuestiones no debería repetir más que una vez el ciclo calor-frío, mientras que los más experimentados ya pueden hacer una segunda, y hasta una tercera entrada en la sauna.


Han sido muchos los personajes históricos que influyeron en la visión y utilización de los baños como, por ejemplo, el médico griego Galeno, que aconsejaba sobre las propiedades y beneficios del contraste de temperaturas del baño árabe: “no había nada más purificador que un baño combinando lo frío y lo caliente, lo seco y lo húmedo y lo esencial del Cosmos:  "tierra, agua, aire y fuego”. Para los griegos, el baño tenía un fin medicinal, reparador del cuerpo y de la mente y, por supuesto, del espíritu.




 ¿Qué NO DEBO HACER?


- Nunca debe entrar a una sauna con sensación de hambre, sed o con el estómago lleno.Hágalo como mínimo un ahora después de haber comido. Tampoco entre estando excesivamente agotado. Puede sentirse mal.

- Mientras está en su sesión de sauna no beba líquidos de ningún tipo, ya que no se produciría la desintoxicación corporal.  Necesita soltar los líquidos que están en el cuerpo sin reponerlos. Beba una vez haya acabado. Tome zumos de fruta o agua mineral.

- No haga ejercicios dentro de la sauna ni moleste a sus vecinos con sus charlas. Cargará su respiración y circulación  innecesariamente y por otro lado,es  realmente molesto que alguien intente conversar con uno en una sauna. No es el lugar idóneo.

- No haga nunca más de  tre sesiones en total  ,ni prolongue cada una de ellas más allá del tiempo aconsejado.

No se duche después de la sauna con agua caliente. Tampoco debe colocarse envolturas para seguir sudando porque interfieren en el buen ritmo que se consigue con la sauna. No ayudan, no adelgaza con eso, y los tóxicos que podían salir, ya salieron por los poros abiertos y el sudor de dentro de la sauna
El enfriamiento adecuado después de la última “visita” deviene fundamental para no sudar después de vestirse y ahorrarse resfriados.



¿Adelgaza la sauna?

No. Se puede perder peso en la medida en que se expulsan líquidos por el sudor, pero se recuperan de inmediato. En cuánto los ingiera nuevamente. Rehidratarse es necesario, por lo que se recupera, pero el cuerpo queda libre de toxinas y eso sí que ayuda a perder peso si se cambia de hábitos el resto del tiempo. Beba todo el líquido que el cuerpo le pida .Seguirá eliminando durante un buen rato. Apagará la sed y aportará salud.




CONTRA-INDICACIONES:

La sauna tiene incidencia en el sistema circulatorio por lo que las alteraciones que se pudieran tener en el mismo pueden condicionar su uso. No se debe tomar una sauna si se tiene alguna de estas enfermedades o alteraciones:
Problemas de corazón como infarto de miocardio, estados de descompensación cardiovascular y síntomas de estenosis.
Problemas venosos crónicos, insuficiencia venosa, síndrome post-trombótico.
Varices en fase aguda
Problemas de circulación cerebral, trombosis, estados tras haber sufrido infartos cerebrales
Tensión arterial baja
Hipertensión arterial de origen renal superior a 200 mmHg.
Glaucoma
Hipertiroidismo
Tumores
Toxemias gravídicas severas
Enfermedades inflamatorias agudas internas como hepatitis y nefritis
Con episodios de fiebre
Con enfermedades infecciosas como hongos
Los tres primeros meses de embarazo
Embarazadas con historiales de partos prematuros
Durante la menstruación por la bajada de tensión arterial
Hipertensión compensada mediante medicación: el enfriamiento se debe realizar sin ducha y progresivamente

En hipertensiones no medicadas sólo se puede tomar bajo consejo médico
Los pacientes con post-infarto en fase de reeducación y patologías coronarias asintomáticas, podrán entrar al Sauna únicamente bajo control médico.

Algunas personas le tienen pánico al Sauna o al Vapor porque sienten que se ahogan… Mi recomendación es que lo intenten poco a poco, así empecé yo hace 25 años y ahora no puedo vivir sin la Sauna y el Vapor, es parte de mi vida 4  o  5 veces  a la semana. 

Lo recomiendo ¡MUCHÍSIMO!





Baño vapor: Hammam, baño turco

El baño de vapor  tiene su origen en la civilización Griega, usados como terapia de curación de enfermedades y estimulante del organismo.
Posteriormente los romanos adaptaron estas formas de terapia. Con la extensión del imperio Romano, también se extendió el uso de los baños de vapor y termas romana.
Durante la evolución y desarrollo del baño de vapor y en diferentes zonas, éste se ha conocido bajo diferentes nombres: Baño de vapor, Hammam, Baño turco, Baño Romano, Banja… Así mismo, originalmente se designaba a la terma romana por la palabra latina “sudatorium”.
El  Baño Turco o Hammam, forma  parte de las costumbres y ritos  milenarios , influenciados por culturas como la Turca, Marroquí o Magrebí desde hace siglos. Desde tiempos ancestrales los baños húmedos funcionaban como una terapia de sanación entre las distintas culturas.Desde los griegos,pasando por  la época de los romanos y la adaptación que hicieron los bizantinos, las dimensiones del Hammam o Baño Turco, han cambiado. El concepto de estos baños adaptados por la cultura árabe, es distinto; esto ha hecho que sus dimensiones sean más reducidas que en la antigua Roma.

Hoy día, el desarrollo de la tecnología ha aportado a esta terapia curadora milenaria una serie de mejoras, tanto en materiales como en componentes así como una generación de vapor automatizada.

El desarrollo y extensión del uso del vapor como elemento terapéutico y de mejora del organismo , hoy en día es un ritual que se utiliza a través de todo el mundo desempeñando un importante papel  social , cultural y de múltiples beneficios para la salud  ya que se usa como un lugar de Reunión, Relajación, y  Purificación.
Este espacio de paz y salud, está pensado para la Purificación y Limpieza del Cuerpo y del Alma. Hoy en día consolidado como una alternativa natural y eficaz de belleza, cuyo objetivo fundamental, además de conseguir una profunda higiene corporal y desintoxicación de los tejidos y órganos internos,  busca ir más allá, limpiando la mente y purificando el alma.
 El agua es salud, incluso cuando es vapor. Reza un proverbio vikingo que en la sauna se evapora hasta la ira. Y es que este medio de relajación ofrece incontables ventajas.